TESTIMONIO DE AZUCENA TRAS RECIBIR SU INICIACIÓN EN AUTO-MAESTRIA DE R.A.

11 febrero, 2014
«Las imágenes que hay en cada uno de mis círculos, me pueden transportar a lugares mágicos por los que ya estuve, y por los que siempre estaré, pues transita mi corazón entre ellos a través del subconsciente. Estos sitios son mis memorias más antiguas, de lo que he sido, y de lo que siempre seré. No he de temer al qué dirán, pues vengo de un clan de guerreras que ya pasaron por situaciones más complicadas. Ahora, la comprensión de los hombres es mucho más superior a la de otros tiempos. Las diosas somos veneradas como algo bueno para la humanidad. Los tiempos de la persecución quedaron atrás hace mucho tiempo» (Mi primera autolectura del Akasha).
El taller es totalmente mágico, mucho más de lo que imaginé, y dar el paso a la automaestría, en mi caso que trabajo con el arte, totalmente inspirador. Beber directamente de la fuente me hace comprender la forma en la que mujeres de luz de la antigüedad como Helena Blavatsky, Li Qingzhao, Rabi’a, Lal Ded, Hildegarda de Bingen, o Teresa de Ávila concibieron sus obras.
 
Azucena

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